Educando en valores: DONDE DUERMEN LOS NIÑOS Y TOYS STORIES

ES NECESARIO QUE ENSEÑEMOS A NUESTROS HIJOS E HIJAS A VALORAR LO QUE TIENEN Y QUE SEAN CONSCIENTES DE CUANTO CUESTA CONSEGUIRLO

Este fin de semana hemos conocido la obra de dos fotógrafos que nos han hecho reflexionar sobre como educamos a nuestros hijos e hijas y, si en verdad saben lo afortunados que son… ¿Les hemos enseñado a valoran lo que tienen… a qué todo cuesta un esfuerzo y mucho trabajo? Educación, vivienda, sanidad, atención, familia… muchos de ellos carecen de lo más básico, algunos no han ido al colegio nunca, otros lo tienen todo y no lo saben apreciar. Pensemos que nuestros hijos e hijas son fiel reflejo de nosotros mismos, aprenden lo que viven y lo que ven, por eso y sobre todo por ellos, es fundamental la educación en Valores y  nuestro  respeto por los derechos del niño.

Viendo como es la habitación de un niño o cuales son los juguetes preferidos de una niña se puede deducir muchas cosas de la vida que lleva, como es su familia y como es la realidad día a día que viven.

Os invitamos a descubrir «Donde duermen los niños» del fotógrafo keniata James Mollison y «Toys Stories» del italiano Gabriele Galimberti.

¡Prometo que no os dejará indeferentes!

 

La casa de este chico anónimo duerme en un colchón de un descampado de las afuera de Roma. Su familia llego desde Rumanía en autobús, tras mendigar dinero para pagar los billetes. Cuando llegaron a Roma, acamparon en un terreno privado del que les echo la policía. No tienen papeles, luego no pueden conseguir un trabajo legal. Sus padres ganan dinero limpiando en los semáforos los parabrisas de los coches a cambio de la voluntad de los conductores. Nadie en su familia ha ido nunca a la escuela.

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Joey, de 11 años, vive en Kentucky, EEUU, con sus padres y su hermana mayor. Acompaña frecuentemente a su padre a cazar. Tiene dos rifles y un arco, y cazo su primera pieza a la edad de 7 años: un ciervo. Su familia siempre cocina las piezas de caza, y Joey no ve con buenos ojos que se mate a los animales solo por deporte.

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Tzvika, de 9 años, vive en un bloque de pisos en Beitar Illit, un asentamiento israelí en Cisjordania. Se trata de una gran comunidad compuesta por 36.000 judíos ultraortodoxos. La televisión y los periódicos están prohibidos en el asentamiento. Allí, la familia media suele tener 9 hijos, pero Tzvika tiene solo una hermana y dos hermanos, con quienes comparte dormitorio. Va a una escuela donde el deporte no esta permitido. A Tzvika le encanta leer las Sagradas Escrituras y jugar a juegos religiosos con su ordenador. De mayor quiere ser rabino.

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Lamine, de 12 años, vive en Senegal. Es alumno de la escuela coranica de la aldea, que no admite a chicas. Comparte dormitorio con otros chicos, donde las camas tienen las patas hechas con ladrillos. A las seis de la mañana, empieza a trabajar en la granja-escuela de la aldea, donde aprende agricultura y ganadería. Por la tarde, aprende el Coran.

Para ver mucho más: http://apaceipmarcosfrechin.com/escuela-de-padres/educar-en-valores/